Abstract:
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En el estudio del envejecimiento de los betunes a penas se ha tenido en cuenta su propiedad más característica: su poder aglomerante. Los ligantes bituminosos aglomeran los áridos mediante unas uniones dúctiles y tenaces. Esta ductilidad y tenacidad les permite deformarse, al mismo tiempo que requiere de una gran energía, tenacidad, para su rotura y fisuración. Pero estas propiedades van cambiando a medida que el betún se convierte en un material rígido y frágil, aumentando la resistencia que produce su rotura, pero disminuyendo muy significativamente la energía necesaria para su fisuración y rotura.
En este artículo se analiza, mediante el ensayo Fénix, el efecto del envejecimiento en la respuesta de dos betunes: B15/25 y B70/100. Para ello se ha partido de una mezcla patrón de granulometría muy abierta, con pocos finos (lavados y sin polvo mineral), fabricada con un 4,5 % s.a. del betún a ensayar. Las probetas fueron envejecidas en estufa a 80ºC durante tres periodos de tiempo: 7, 15 y 30 días.
Transcurrido este tiempo, las probetas fueron ensayadas al Fénix determinando su índice de rigidez, energía de fractura y deformación de rotura al 50% de la carga máxima a diferentes temperaturas: -15, -5, 5, 20 y 30ºC. Los resultados muestran el efecto de la temperatura en la respuesta de los betunes y que estos pueden tener diferentes capacidades aglomerantes, máximo de la energía de fractura, dependiendo de su dureza y consistencia inicial. Luego esta capacidad aglomerante va desapareciendo a medida que se envejece el betún y aumenta su índice de rigidez. El envejecimiento del betún disminuye alrededor de 10ºC su rango de uso a bajas temperaturas, al incrementar su temperatura de fragilidad. |