Abstract:
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El tratamiento de las mamitis es una medida más a considerar dentro de las actuaciones a realizar para controlar las mamitis, pero en ningún modo debe considerarse la única ni la principal herramienta de control. Las mamitis clínicas deben ser tratadas en cuanto aparecen, para evitar poner en peligro la vida del animal o al menos la funcionalidad de la mama afectada. El apoyo del laboratorio resulta fundamental para establecer la etiología y el tratamiento más adecuado. Por su parte, las mamitis subclínicas deben tratarse durante el período seco, pues de este modo conseguimos una mayor eficacia microbiológica y evitamos desechar leche por contener antibióticos. Los resultados de los distintos estudios realizados en pequeños rumiantes nos inclinan a recomendar el tratamiento selectivo mejor que el sistemático, pues éste no tiene ventajas sanitarias sobre aquél y, sin embargo, supone un mayor gasto económico y aumenta el riesgo de mamitis por hongos y pseudomonas. Entre otras estrategias de control destaca la vacunación, que se encuentra condicionada por las particularidades de la inmunidad de la glándula mamaria y por el amplio abanico etiológico de las mamitis. |