El mercado inmobiliario español se caracteriza por tener un sistema desequilibrado de tenencia a favor de la propiedad, en detrimento del mercado de alquiler, y en especial del alquiler social, totalmente descuidado y residualizado. La crisis económica y financiera mundial ha afectado muy negativamente a la economía española, creando un marco inestable para el empleo y el crecimiento. A ello se le añade un considerable conflicto social surgido por la falta de vivienda asequible, que se constata por el incremento de los desahucios y personas sin techo. Nuestra hipótesis plantea que el mercado de alquiler privado está funcionando como proveedor de vivienda social en España. Para contrastarla, se usan datos estadísticos procedentes de la ECV y la EU-SILC junto con otros publicados por el Banco de España, el CGPJ y otros organismos. Estos datos demuestran que los hogares con menores recursos son absorbidos por el sector privado de alquiler, a pesar de que esta alternativa empeora o no mejora sus problemas de accesibilidad al tener que asignar un alto porcentaje de sus ingresos a los servicios de vivienda. A la luz de los resultados del artículo, se proporcionaran recomendaciones de política de vivienda.