A partir del año 2000, el coste de la tecnología empezó a bajar de forma exponencial a la vez que la gran mayoría de hogares en España adquirió conexión a internet. Según datos de la ITU (International Telecommunication Union), en España había un 13,6% de los hogares conectados a internet en el año 2000, en el 2017 según el INE ya son un 83,4%. Es decir, estamos refiriéndonos a la generación que se fue desarrollando a la par que nacía la era de la información. El problema de investigación quiere conocer la verdad acerca de esa generación digital. A pesar de saberse mover por la red y de utilizar nuevas tecnologías ¿son conscientes de los riesgos? ¿Qué grado de conocimiento disponen en materia de ciberseguridad? ¿Los medios han exagerado las virtudes de dicha generación? Ya que, si nos fijamos en la imagen que se ha inculcado en los medios de comunicación, dominan las redes cómo nadie y usan con gran facilidad todos los dispositivos que están entre sus manos. Entonces, ¿son verdaderamente conscientes de las consecuencias que tienen sus actos digitales? Y entraríamos a valorar ya no actos delictivos, sino la carencia de cuidado referente a la privacidad, publicar dónde están y qué hacen de forma pública: subir imágenes de su día a día, añadir desconocidos a sus redes sociales con mucha facilidad, etc. Ante este planteamiento, la pregunta de investigación que debemos hacernos es la siguiente: ¿Qué grado de conocimiento en ciberseguridad tienen la llamada generación digital?