Abstract:
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Los autores de la comunicación fueron requeridos para realizar el peritaje y posterior estudio de solidez de una cubierta inclinada a un agua, en la que una jácena de 155x295 mm de 100 años, colapsó sin aviso previo aparente, arrastrando parte de la cubierta. Se presentará el estudio anatómico y estructural del elemento. La viga siniestrada, se encontraba en buen estado de conservación: la viga no presentaba ataques xilófagos, ni ataques de hongos, ni humedades. Las fendas superficiales entraban dentro de la normalidad y no afectaban al comportamiento estructural. A partir de los trozos de la viga, se realizó la clasificación visual (lógicamente obviando todo lo que no era visible desde el exterior y que la rotura permitió observar) que al no presentar ninguna particularidad o defecto de especial relevancia visible permitió clasificarla como MEG. La viga estaba bien dimensionada: los cálculos estructurales del comportamiento de la viga indicaban que las tensiones de la viga eran aceptables. Concretamente, en el punto de rotura de la viga, las tensiones son inferiores a las máximas de la viga, inferiores a su vez a las indicadas en el CTE. Hubo dos motivos que facilitaron la rotura de la viga: en primer lugar la existencia de una acumulación de nudos no visibles desde el exterior y en segundo lugar la presencia de madera de reacción, en este caso de compresión, que hicieron disminuir su resistencia. Todo parece apuntar a un fenómeno similar a la fatiga del material (rotura en parte superior – compresión) para aproximarnos a las causas. |