En una situación ideal, la disposición de las mesas de trabajo, y del resto de mobiliario de oficina, debería poder adaptarse a las necesidades puntuales del trabajo a realizar y no estar condicionada por la ubicación de las tomas de corriente. En este proyecto, proponemos un sistema capaz de proporcionar una gran movilidad a las mesas al tiempo que se facilitan las tareas de mantenimiento y limpieza y se evita el cableado por el suelo para mejorar la accesibilidad con silla de ruedas, la estética, la seguridad, etc. El sistema propuesto consiste en la alimentación de pequeñas redes de mesas interconectadas entre sí y situadas según las necesidades de cada actividad. Las mesas de cada red se proporcionarán electricidad las unas a las otras a partir de una única toma de corriente situada en la pared. Además, el diseño de la mesa tiene en cuenta los problemas de salud generados por los campos electromagnéticos del cableado y trata de minimizarlos. Esto es posible en gran parte por el sistema de descarga electrostática mediante las propias patas, evitando así el síndrome de lipoatrofia semicircular, y que puede aplicarse a la gran mayoría de mesas y escritorios con esta misma problemática.