¿A qué retos se enfrenta un exhibidor cinematográfico que se ve obligado a digitalizar su cine? ¿Qué elementos tecnológicos debe tener en consideración? ¿Qué ventajas y debilidades trae consigo el nuevo modelo cinematográfico surgido de la revolución digital? Estas son algunas de las preguntas a las que intenta dar respuesta este proyecto multidisciplinar, que abarca cuestiones de economía empresarial, de historia del arte, y el análisis de las tecnologías empleadas en el Cine Digital (entendiendo por Cine Digital la distribución y exhibición de películas en formato digital, donde la calidad de proyección no puede ser inferior a la de 35mm). El proyecto contiene un análisis de los condicionantes tecnológicos, artísticos, económicos y políticos que favorecieron, a partir de la década de los 90 del siglo XX, el surgimiento y proliferación del Cine Digital. Una expansión que estuvo dictada por los intereses de la industria de Hollywood, que vio en la implantación a nivel global del Cine Digital una vía para la expansión mundial de su dominio de la industria del cine. A partir del estudio de ese contexto político e industrial, este proyecto analiza el nuevo modelo de distribución y exhibición del Cine Digital: un modelo que optimiza costes – gracias a la desaparición de las aparatosas bobinas de 35mm y a la posibilidad de distribuir cine vía satélite–, pero que también conlleva una serie de continuas innovaciones tecnológicas que han obligado a los empresarios del cine a embarcarse en costosos procesos de remodelación (se estudian los modelos de financiación de esta renovación tecnológica). Este proyecto también estudia en detalle la evolución tecnológica de los diferentes dispositivos del Cine Digital: en primer lugar, el proyector digital, pero también las fuentes de energía, los sistemas de sonido y los servidores informáticos. Por último, se plantean las alternativas que tiene hoy en día un empresario que quiere entrar en el negocio de la exhibición cinematográfica (o también la distribución). Se observa que existen dos posibilidades contrapuestas: una más ligada a la corriente principal de la industria (marcada por los intereses de Hollywood) y otra más contracultural, modesta, independiente y cinéfila. Para concretar en qué consiste esta “alternativa” al dominio de Hollywood, este proyecto estudia el caso de los Cinemes Texas de Barcelona, que han establecido un modelo de éxito a partir de la recuperación y renovación del viejo sistema de salas de reestreno, apostando por la versión original, los precios populares y la subtitulación en catalán.