En mayo de 2010, el Ayuntamiento de Roses recibió la autorización para recibir cruceros, convirtiéndose en el segundo municipio de la Costa Brava que recibe tráfico de cruceros por detrás de Palamós. No obstante, por el momento, el municipio no tiene construida ninguna terminal para recibir y embarcar pasaje y se procede por fondeo en la bahía, lo que resulta un aparatoso despliegue de embarcaciones auxiliares, incomodidades para los cruceristas, mayor lentitud de operación y una sensación de precariedad y de estacionalidad que no favorece nada al municipio. Es por tanto necesaria la construcción de las infraestructuras adecuadas para recibir buques de cruceros y permitir así la completa integración y competición con el resto de puertos del Mediterráneo que sí cuentan ya con las instalaciones pertinentes. El objeto del presente proyecto es dar solución a la situación actual, en la que los buques que por calado o eslora no tienen cabida en el puerto de Roses, deben fondear en la bahía, por no contar con las instalaciones pertinentes.