El alto nivel de competencia en el mercado internacional, ha llevado a muchas empresas a la conclusión de que para sobrevivir y tener éxito en este escenario tan agresivo no basta con mejorar sus operaciones ni integrar sus funciones, si no que la empresa ha de ir más allá e iniciar relaciones con proveedores y clientes, utilizando enfoques innovadores que beneficien al conjunto de los actores de la cadena de suministro. Este párrafo anterior a nivel internacional, es el que se aplica en la redacción y ejecución de este proyecto, pero a un nivel mucho más interno; el de la empresa. Lo que se pretende con este proyecto es mejorar los tiempos de reposición y el modelo de aprovisionamiento de las estaciones de trabajo mediante procesos ya existentes, adaptándolos a las necesidades reales de producción de la fábrica. Para determinar las carencias del sistema actual de suministro, se realiza un estudio del proceso vigente y posterior análisis, que determinará el nuevo proceso a seguir sin olvidar la mejora continua, ya que estos procesos están vivos y no dejan de sufrir modificaciones. Enlazando también con el primer párrafo, este trabajo se realiza gracias a la intervención de las áreas de Almacén (que sería el proveedor) y Producción (que sería el cliente). El objetivo de la empresa es que este proyecto pueda tener una implantación real, y no sólo teórica, en el área de Producción. A su vez, y de manera indirecta, esta implantación no sólo mejorará los tiempos de reposición y aprovisionamiento, sino que, posiblemente, también lo hará en la productividad de las estaciones de trabajo. Finalmente, lo que aquí se plantea es una manera de hacer diferente a la actual que intentará mejorar, y seguro que mejorará, la producción de la empresa. La que conseguirá este objetivo final de la empresa es la mejora continua, que una vez se empiece a implantar el nuevo sistema deberán ser los mismos usuarios quienes identifiquen los posibles fallos para posteriormente solventarlos y mejorar dicho sistema.