Abstract:
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Enric Tous (Barcelona 1925; t. 1952) y Josep Maria Fargas (Barcelona 1926-2011; t. 1952) constituyen un caso singular en el ámbito de la arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX. Desde la experimentación técnica de sus primeros trabajos en el ámbito del diseño industrial y el interiorismo, desarrollaron una arquitectura inconformista con los condicionantes realistas característicos de los años 1950 y 1960, burlando así un contexto industrial, económico, político y social poco proclive a la innovación. Pese a ello, alcanzaron un éxito notable con realizaciones de corte tecnológico y dando soporte a la innovación industrial de los sistemas constructivos.
La obra clave que marca el inicio de su madurez profesional es la sede de Banca Catalana en el Paseo de Gracia de Barcelona, su primer gran encargo en un contexto urbano comprometido —en diálogo con la Casa Milá (La Pedrera) de Antoni Gaudí. Como arquitectos experimentados en la definición industrial de los componentes constructivos, el planteamiento propuesto para Banca Catalana traslada a la escala urbana una metodología de trabajo basada en la eficiencia tecnológica de la producción, la máxima flexibilidad en la utilización y la integración modulada de los componentes en un todo armónico.
A su vez, el proyecto incorpora un importante requerimiento de la entidad bancaria, relacionado con la identificación de su sede con los valores que la compañía promulgaba entre sus clientes: transparencia, proximidad, modernidad. Tous y Fargas aprovechan esta circunstancia para explotar la capacidad elocuente de su arquitectura de carácter tecnológico como medio para la transmisión de esos valores. De este modo explotan al máximo un lenguaje arquitectónico novedoso que invade todas las escalas del proyecto, desde los detalles del mobiliario hasta la expresión global de su volumetría. Para ello, desarrollan un sistema constructivo modulado que propone una solución arquitectónica global para el edificio, desde la concepción estructural (a modo de superestructura, que convierte en diáfanas las plantas inferiores) hasta las soluciones de los sistemas de compartimentación y envolvente. Esta metodología les permite incorporar soluciones industriales innovadoras, algunas ya experimentadas en proyectos anteriores, como es el caso de una fachada ligera de poliéster armado con fibra de vidrio o las mamparas divisorias desmontables. Un ejemplo que da visibilidad a este posicionamiento es el diseño industrializado de un listón metálico de sección compuesta que fue utilizado como pata de mobiliario, elemento de barandilla, soporte de luminarias o junta divisoria de una anchura específica para su encaje en la modulación tanto horizontal como vertical. Proyectos anteriores, como el diseño interior de la Planta del Decanato del Colegio de Arquitectos de Barcelona (1961), habían servido de prueba para la producción seriada de este listón.
Tous y Fargas aprovechan el proyecto de Banca Catalana para reivindicar la capacidad holística de la arquitectura industrializada, capaz de dialogar formalmente con el entorno, comunicar de manera figurativa la identidad del cliente y resolver de manera eficiente los requerimientos funcionales y constructivos; en definitiva, mostrando la polisemia de una perspectiva optimista de la tecnología. |
Subject(s):
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-Àrees temàtiques de la UPC::Arquitectura::Arquitectes -Tous Carbó, Enric, 1925- -Fargas i Falp, Josep Maria, 1926-2011 -Tous y Fargas -arquitectura -tecnología -idealismo -modulación -Tous Carbó, Enric, 1925- -Fargas i Falp, Josep Maria, 1926-2011 -Banca Catalana -- Edificis |