Abstract:
|
En 1950 la población mundial era de unos 2.500 millones de habitantes y el consumo de textil per cápita era de 3,7 kg por habitante y año. En 2015 la población ha alcanzando los 7.400 millones de persones y el consumo textil per cápita llegó a los 13,1 kg/hab/año. Si las proyecciones de crecimiento de la población se cumplen y en el año 2.050 alcanzamos los 14.000 millones de habitantes, la demanda de productos textiles se duplicará. Será necesario cultivar el doble de algodón, duplicar la población de ovejas, extraer el doble de celulosa para obtener fibras artificiales o extraer el doble del petróleo necesario para obtener fibras sintéticas. Lo mismo sucederá con la cantidad de agua y energía necesarias para abastecer esta nueva demanda. El consumo de recursos naturales sigue una dinámica de crecimiento exponencial produciendo una huella ecológica que sobrepasa peligrosamente la capacidad de carga de la mayoría de los ecosistemas. Sin embargo nuestro planeta tiene límites físicos y en un mundo finito, el crecimiento no puede ser infinito. En este artículo se analizan los principales impactos ambientales, sociales y económicos de la industria textil y de la confección así como los principales retos de futuro que plantea el paradigma sostenibilista |