Abstract:
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La muerte, compañera inseparable de todo ser vivo, es uno de los elementos más omnipresentes en la sociedad medieval en general y en la urbana en particular. La muerte es un elemento más de la vida urbana, a la que no se intenra esconder como ahora, sino que será un acto social de primera categoría, que marca el tránsito hacia un mundo mejor para la mayoría de las gentes, o simplemente para otro mundo para los menos. El profesor Cipolla ha llegado a afirmar que las ciudades medievales fueron gigantescas fosas funerarias; si a esto se añade que la muerte será siempre un acontecimiento público a nivel gremial, corporativo, religioso, e incluso a nivel general servirá como escarmiento, podremos comprender la importancia de la muerte en una sociedad en que la comunidad parroquial tenía el sentimiento de articularse sobre la de los muertos, ya que las intercesiones de los muertos servían a los vivos y las oraciones de los vivos eran útiles a los muertos. |