El presente proyecto se centra en la remodelación del actual puerto de Comarruga, construido como puerto isla, con la finalidad de convertirlo en un puerto convencional.El puerto fue construido en el año 1978, con una concesión que finalizó en 2005 y a partir de este año se le conceden prórrogas anuales. Tiene la particularidad de ser el único puerto de España con dos bocanas, que no conectan la lámina de agua interior del puerto. Estas dos bocanas experimentan graves problemas de acumulación de sedimentos, que llegan a penetrar en el interior del puerto. Esto provoca que los calados originales de 3m y 5m se vean reducidos significativamente.La instalación también ha experimentado otros problemas que limitan su explotación, como el rebase de las obras de abrigo, una agitación interior excesiva y un mantenimiento del puente de acceso ineficiente. Todos estos problemas hacen que no pueda competir con los puertos cercanos de Roda de Barà y de Segur de Calafell, de reciente construcción y dotados de instalaciones y servicios modernos. En este sentido se ha pronunciado la Generalitat en el Pla de Ports (2007-2015) considerando oportuna esta actuación de remodelación, proponiendo también la ampliación de la oferta de amarres. Actualmente el puerto cuenta con 265 plazas y está proyectado incrementar su capacidad hasta las 465.Así pues, el objetivo principal perseguido con la elaboración de este proyecto, es dotar a Comarruga de una nueva infraestructura, con una capacidad de 465 amarres, que sirva de polo de atracción turística y náutico-deportiva.Como principal aspecto condicionante se señala la existencia de la reserva marina Masía Blanca a 1 km de distancia, que ofrece refugio a especies protegidas, además de servir de centro de alevinaje para especies codiciadas por los pescadores. Destaca la presencia de Posidonia oceánica.Tras el análisis de diversas alternativas, contemplando variaciones, tanto en superficie construida, como en distribución de ésta y facilidades de explotación, se ha optado por un modelo de puerto que combina el ambiente náutico deportivo con actividades de ocio propias de locales comerciales. Así, se construirá un dique en la parte oeste con 761 m de longitud, perpendicular a la costa, en el que se instalarán 7 pantalanes de 150 m que darán cabida, junto con una parte del muelle, a la totalidad de las embarcaciones. Éstas han sido planificadas contemplando un rango de esloras que abarca desde los 6 m hasta los 30 m. El dique este, en cambio, centra su atractivo en la oferta comercial, disponiendo de 22.357 m2, con una longitud total de 1.105m. Esta obra de abrigo cuenta con la particularidad de tener una forma curvada a modo de vela, que no sólo permite dotar de singularidad al puerto, sino que además reduce el impacto sobre el paseo marítimo.La definición de los parámetros de cálculo se ha llevado a cabo a partir de las recomendaciones ROM y del estudio del clima marítimo, cuyos datos han sido extraídos del organismo oficial Puertos del Estado. A la hora de proyectar el diseño final se ha buscado conservar el ambiente tranquilo de la zona, aplicando medidas para reducir el impacto visual, como una cota de dique baja y la plantación de árboles en el interior de éstos.