Abstract:
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Son muchas las actividades nocturnas que pueden hacernos perder la noción del tiempo y
dilatarse más de lo esperado. Un lector nocturno, un aficionado a los videojuegos, un ávido
consumidor de tweets o de redes sociales, etc., pueden enfrascarse tanto en su actividad
que acaban durmiendo la mitad de lo que necesita, o quedándose dormidos en el proceso.
Es común, cuando uno se dirige a la cama, proponerse dedicar un tiempo moderado a
estos placeres, para poder descansar el tiempo necesario. También es común sucumbir
una y otra vez a la tentación de alargarse en estas actividades ya que carecemos del
autocontrol necesario para ponerles fin. De la misma manera que el que se propone dejar
de fumar no puede evitar aceptar un cigarrillo que le ofrecen, una vez se está inmerso en la
lectura o los videojuegos, el impulso de seguir gana al objetivo racional que nos habíamos
marcado.
Se propone diseñar una lámpara que “guíe” al usuario y le ayude a primar el objetivo
racional al impulso momentáneo. Éste acciona la lámpara mediante un temporizador fijando
el tiempo que quiere ocupar en una actividad cualquiera. Cuando el tiempo se agota, la luz
principal se apaga avisando al usuario de que es momento de dejarlo, mientras que una luz
de cortesía queda encendida durante un minutoo, permitiendo dejar el libro, las gafas, el
móvil, etc., en la mesilla y favoreciendo una transición “actividad-dormir” placentera. En el
caso de haberse quedado dormido, la lámpara no permanecerá encendida toda la noche,
ahorrando energía y no perturbando el sueño. |