La utilización de combustibles alternativos en los hornos de clínker de las fábricas de cemento es una posible solución para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. En particular, la utilización de biomasa, como los lodos secos procedentes de depuradoras de aguas residuales urbanas, consigue dos efectos: la reducción total de la emisión de CO2 en la fracción substituida de combustible tradicional y evita la necesidad de enviar a vertedero este residuo. En este artículo se describe la experiencia piloto realizada en Cataluña en el segundo semestre de 2005, desarrollada según un convenio de colaboración firmado entre el departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat, las organizaciones sindicales, los ayuntamientos de emplazamiento de las fábricas y la Agrupación de Fabricantes de Cemento de Cataluña.