El proyecto propone realizar un centro internacional que reúna tanto las instalaciones necesarias para realizar competiciones de windsurf como un albergue, un gimnasio de mantenimiento e instalaciones para otras actividades acuáticas o de ocio complementarias. El edificio se desarrollará en tres construcciones bajas longitudinales que se adaptaran al terreno empotrándose a él y abriéndose hacia el mar. Originando éstas terrazas se sigue la forma común tradicional de asentamiento sobre el terreno en Canarias, dialogando con él y respetándolo. Las franjas de terreno entre edificaciones se unen recorridas por una serie de rampas al mismo tiempo que proporcionan ciertas zonas planas utilizables para distintas actividades, como puede ser un área de baño, con solárium y una piscina. El acceso rodado se produce en el nivel inferior, a ras de playa, permitiendo alojar debajo las instalaciones para el tratamiento de aguas y su almacenaje. El segundo nivel acoge la recepción del albergue y la administración del complejo por un lado, y la administración de actividades deportivas y el almacén de material náutico por el otro. En el tercer nivel encontramos el edificio de ocio común, el restaurante y las aulas, y en el nivel más alto se sitúan las habitaciones del albergue. El resultado, un edificio integrado en la costa y que goza plenamente de su abertura al mar.