Desde la perspectiva del conocimiento profundo del cooperativismo agrario, la diversificación de sus actividades hacia ramas de distinta índole empresarial, parece una alternativa viable para despejar el gris horizonte que se cierne sobre este tipo de organización. Una actividad emergente, el turismo rural, se presenta como una opción interesante de cara a lograr complementar las rentas económicas de los socios cooperativistas. De una exhaustiva investigación sobre el cooperativismo agrario y el turismo rural surge la idea de implantar un modelo de explotación agroturística cooperativizado. A través de referencias bibliográficas y de la recopilación de abundante información en la materia se consigue demostrar, desde una perspectiva teórica, el beneficio que supone unir estas dos actividades. Dar con el perfil de la cooperativa agraria idónea para desarrollar la actividad agroturística es otro de los objetivos perseguidos con este trabajo. Para ello se elabora un estudio empírico sobre las cooperativas agrarias oleícolas integradas en el grupo Hojiblanca, en la comarca de Antequera. Mediante el procesamiento estadístico de información, recogida de un cuestionario dirigido a los gerentes de veinte cooperativas agrarias, se consigue dar con el perfil de cooperativa agraria indicado para desarrollar la actividad turística-rural. Para finalizar, el estudio plantea un modelo para la explotación comercial de la actividad agroturística cooperativizada en las cooperativas objeto del estudio empírico. Para ello se realiza una selección de las cooperativas agrarias oleícolas más adecuadas para iniciar la actividad turística. Partiendo de sus características propias y de las de sus socios cooperativos, se propone una estructura conceptual de explotación comercial mediante una central de reservas basada en nuevas tecnologías.