Este es un proyecto que arranca desde las premisas del amor por una tierra, de una forma de vivir, una cultura en peligro y en definitiva un paisaje, en su sentido más extenso, que se está perdiendo. Se trata pues de llevarlo a la práctica, "Theory sine praxis sicut rota sine axis", en medida de lo posible, salir del mundo teórico. El presente proyecto es en sí mismo un resultado pero también forma parte de un proceso, de un proyecto que se prolonga más allá del tiempo. Está planteado como una semilla para un proyecto que incluye, según las posibilidades y oportunidades, unos talleres más extensos, una exposición, una publicación. El objecto del proyecto es en esencia poner en marcha un proceso de sensibilización de los pobladores de Menorca por y para la sostenibilidad de la isla. El material que se genere tenía que estar enfocado a conseguir cambios de consciencia en estos individuos. Observo que los trabajos científico-técnicos, por definición y voluntad, rehúsan un acompañamiento emocional, un apoyo desde los sentimientos para su difusión. En contraposición los trabajos de creación plástica, aquellos que se mueven en el terreno de las emociones y los sentimientos, quedan en enunciados, premisas, declaración de intenciones y una cierta pose estética. ¿Por que no aunar en un trabajo, pensado para la difusion y su aplicación práctica, ambos aspectos, cuando la materia en cuestión lo puede soportar? Complementándose mutuamente la razón y el corazón para llevar un mensaje de respeto por la vida, la cultuta, el territorio y su sostenibilidad en el tiempo y conseguir en lo posible maximizar el impacto conseguido con los mínimos recursos. Es por ello, que el trabajo consta de tres partes que si bien diferenciadas, son complementarias y cada una, en alguna medida, consecuencia de la anterior: cabeza, (el pensamiento), corazón, (el sentimiento) y mano, (la acción). El Pensamiento: con un lenguaje más cercano al mundo técnico y en el que predominan los datos y racionalizaciones y, por tanto, puede que no llegue o no llame la atención a todos los tipos de lectores (aunque forman una base más o menos científica que apoya el discurso posterior). El sentimiento: con un lenguaje más emotivo, sencillo y, si se quiere visceral, y por tanto más inteligible y de más más fácil seducción para muchos "lectores" y, desde luego, menos abstracto y por tanto más cercano también a los niños. Al mismo tiempo cabe tener en cuenta también el gran poder que tiene ese tipo de lenguaje a la hora de llegar a la gente y tocar esas teclas que pueden permitir un paso a la acción. En esta segunda parte, se integra de modo inseparable una presentación audiovisual, que acompaña al trabajo y que en modo alguno debe ser considerada como un anexo. La acción: como un mecanismo más de comunicación-aprendizaje, se propone hacer un paso más, diseñando y realizando unos talleres con niños de secundaria, como intento de conducirlos por este largo camino de la sostenibilidad a la acción. Bajo el objetivo inicial del trabajo, de resultar social y ecológicamente útil, unos talleres, tal vez, sean la manera más clara de darle vida al proyecto, permitiendo a los niños ser autores y actores de los cambios que se persiguen.