Abstract:
|
Sin darnos cuenta nos hemos plantado de nuevo en la recta final del ejercicio. Un año más en el que las empresas en general y las sociedades en particular, deberán afrontar la cada vez más farragosa senda del cierre contable y fiscal que concluirá, a mediados del próximo ejercicio, con las archiconocidas y cada vez más complejas declaraciones, depósitos de cuentas y demás artilugios formales e informativos que nuestros gobernantes van imponiendo para ejercer un, queremos creer, lícito control sobre la actividad empresarial, control que, no obstante, parece no siempre dar los frutos deseados y necesarios cuando grandes intereses financieros, económicos y políticos intervienen en el juego, lícita o ilícitamente. Reflexiones a parte, este ejercicio 2014, a diferencia del pasado, no nos ha deparado cambios destacables por lo que a normas contables se refiere, al menos en nuestro derecho interno. |