Desde principios del siglo XX el precio del petróleo ha aumentado exponencialmente, situándose entre 90 y 120 $/barril durante los años 2011 y 2014. A pesar de que el precio cayera hasta los 50 $/barril a principios del año 2015, según la Agencia Internacional de la Energía entre los años 2015 2020 se generarán importantes conflictos entre oferta y demanda, por lo que cabe estar preparados para un escenario en el que este sea una fuente de energía escasa y cara. En el mundo naval por ejemplo, es necesario desarrollar sistemas alternativos de propulsión más eficientes y responsables con el medio ambiente. Una de las tecnologías que más ha evolucionado en los últimos años ha sido la híbrida diésel eléctrica, ya que permite mantener las mismas prestaciones que un sistema propulsivo convencional pero cumpliendo con los objetivos anteriormente descritos. El principal problema de las embarcaciones de prácticos, según los armadores, es su elevado consumo, ya que disponen de una gran potencia propulsora y trabajan muchas horas al año. Su perfil de operación también demuestra que no trabajan de forma eficiente, puesto que únicamente navegan en periodos cortos de tiempo en el rango de máxima eficiencia de los motores, malgastando energía en el resto. La sustitución del sistema propulsivo convencional actual por uno híbrido puede dar solución a estos problemas, por lo que el objetivo de este proyecto es estudiar la viabilidad técnico económica de la construcción de una embarcación de practicaje híbrida diésel eléctrica.