Tras la segunda guerra mundial China era un país por construir. En la capital, Beijing, se crearon multitud de fábricas diseñadas con la ayuda de la RDA de cierta influencia Bauhaus. La mayoría se crearon en un nuevo barrio dispuesto para tal menester (el Distrito Dashanzi o Distrito de la Gran Montaña) en el extrarradio de la ciudad. Con la llegada de Deng Xiaoping se comenzó un proceso de deslocalización del sector industrial hacia zonas costeras. Durante el último decenio, este distrito de 144Ha está sufriendo el azote de la especulación y lucha por permanecer impertérrito ante el nuevo modelo de ciudad con sus chimeneas aún humeantes de un pasado no tan lejano. En concreto, el Sector 798 que está incluído dentro del Distrito Dashanzi, ha resistido esta fiebre expansiva gracias a la reocupación por parte de artistas dedicados a la pintura, la escultura, la fotografía y en general, a todas las artes gráficas. Contando hoy en día con más de 200 galerías de arte, que en algunos casos son además vivienda y atelier de los mismos. La pionera fue la escuela de Bellas Artes de Pekín que decidió deslocalizarse hacia estos amplios y económicos espacios para albergar sus creaciones. De esta forma, este micro-mundo es hoy en día uno de los principales atractivos de la ciudad, como una especie de Soho que sigue aguantando en empuje de las nuevas torres, modelo de nueva ciudad china. En este proyecto, se aduce un proceso de re-urbanización entendido como altamente necesario para tratar de adaptar los viarios a este nuevo uso. Además se plantean nuevas edificaciones de equipamiento que potencien y protejan mediante su disposición anular entorno al perímetro del Sector la zona interior del mismo. Finalmente se desarrolla una de estas equipaciones: un Centro de Interpretación y Comunicación Audiovisual, que será la pincelada de arte dinámico que necesita el Sector para completar el círculo de ese mundo artístico del que es partícipe. La propia intervención está conformada por una plaza pública metamórfica que sirva como catalizador de circulaciones, un gran mirador verde, un auditorio, una gran bolsa de aparcamiento y diferentes edificaciones árbol-mórficas que crearán unos espacios intersticiales gobernados por sombras siguiendo los patrones naturales propios de un bosque chino.