Se calcula que el efecto de la corrosión ocasiona unas pérdidas económicas del orden del 4 % del PIB en los países industrializados. Uno de los métodos más utilizados para la protección contra la corrosión en los aceros es el uso de recubrimientos orgánicos. Hasta la actualidad estos recubrimientos vienen aditivados con altas cargas de pigmentos inorgánicos perjudiciales especialmente para la vida de ecosistemas marinos. El trabajo pretende diseñar una nueva formulación para estos recubrimientos con el objeto de sustituir altas cargas de pigmentos inorgánicos por pequeñas cantidades de polímeros conductores manteniendo o mejorando las propiedades anticorrosivas de la pintura. Para ello el trabajo se ha desarrollado en cuatro grandes etapas. En la primera fue preciso entrar en contacto con un entorno industrial para conocer más sobre formulación, aditivos y procesos. Posteriormente vino el desarrollo de la formulación y fabricación de los recubrimientos formulados con pigmento inorgánico (Fosfato de Zinc) y con polímero conductor (PTE). A continuación se caracterizaron estos recubrimientos y se pintaron probetas para llevar a cabo distintos ensayos con el objeto de evaluar la corrosión. Finalmente se ha realizado un análisis valorando los resultados desde el punto de vista de polímero como agente anticorrosivo y sobre la naturaleza de los recubrimientos obtenidos y futuras líneas a seguir, comprobando que el PTE puede llegar a ser una alternativa real a los aditivos inorgánicos como el fosfato de zinc.