Abstract:
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Los cambios de nomenclatura que se han apreciado en los últimos años indican
cambios positivos en la orientación de la visión del problema, y por tanto de sus soluciones: el término “deyecciones ganaderas” ha sustituido al de “residuos ganaderos”. El término “vertido al terreno” dio lugar a “aplicación al suelo”, y finalmente a “fertilización con deyecciones”.
Faltan estudios de análisis económicos y de sensibilidad de los costes netos de producción finales en función de factores ambientales (por ejemplo, mejora de la productividad mediante mejora del ambiente en las naves, por cambios en la gestión de deyecciones). Faltan estudios sobre dinámica de patógenos, efectos y dinámica de productos
farmacéuticos, y en general zoosanitarios, contenidos en las deyecciones. Faltan estudios de análisis de ciclo de vida de la producción ganadera y desarrollo de herramientas de diagnosis y de ayuda a la toma de decisiones. La gestión de las deyecciones ha de ser integral: desde la minimización en origen hasta la fertilización, pasando por la alimentación de precisión y la adecuación de los tratamientos a cada realidad local.
La comunicación y en general el intercambio y transferencia de conocimiento ha de potenciarse. |