Al margen derecho del rio Anoia se levanta un macizo travertínico denominado Cinglera del Capelló. La acción del agua ha formado un conjunto de cornisas debido a la gran cantidad de cal que contiene el agua de Capellades que caía por la cinglera cuando no había embalse. Este entorno, además de constituir un espacio de interés natural, contiene un importante conjunto de yacimientos arqueológicos que pertenecen a los diferentes periodos de la historia del hombre. La gran importancia histórico-arqueológica y natural del conjunto ha planteado al municipio el proyecto de creación de un parque temático prehistórico que estará abierto al público, recuperando un espacio de gran valor e incorporando nuevos elementos patrimoniales. El edificio se sitúa como acceso al recorrido por la pasarela a lo largo del parque prehistórico y al yacimiento prehistórico Abric Romaní, superando la diferencia de nivel entre la Ronda de Capelló y el nivel arqueológico a través del recorrido didáctico continuo del museo. Constituye el punto de inicio y referencia hacia el recorrido a lo largo de la zona protegida de la Cinglera del Capelló, conjunto arqueológico natural representativo del paleolítico superior europeo.