Abstract:
|
Bajo la dictadura franquista, Miquel Izard fue militante de una organización política perseguida, conjurada en secreto para transformar radicalmente la realidad. Tuvo por ello que desarrollar aspectos fundamentalesde formación humana e intelectual encondiéndose de la policía y de quienes, a su alrededor, pudieran delatar el estigma que representaba, en la España de los años 50 y 60, estar implicador en actividades políticas prhibidas. Se presenta aquí la memoria personal de quien fuera un activista clandestino en tiempos de persecución, pero también una meditación sobre el sentido y el valor de los cambios políticos de las últimas décadas en su país y, más allá, de la lucha revolucionaria en general. |