Abstract:
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Desde hace décadas, las organizaciones están inmersas en una dinámica de constante adaptación a
los nuevos mercados y a sus exigencias, para así poder mantener o aumentar su competitividad.
Esta dinámica, conlleva que los trabajadores deban enfrentarse a nuevas demandas que han
ocasionado un aumentando del sufrimiento en el trabajo. Estas nuevas prácticas empresariales,
tienen consecuencias perjudiciales en la salud de los trabajadores; no en vano, los problemas
relacionados con una mala salud mental, son la cuarta causa más frecuente de incapacidad laboral.
En nombre de la productividad, las organizaciones demandan un nivel y ritmo de rendimiento que
sumerge a los trabajadores y directivos en una irracional carrera para alcanzar objetivos cada vez
más ambiciosos, donde cuentan con medios más reducidos y disponen de plazos más cortos. Con
todo y con ello, muchas empresas no alcanzan el rendimiento esperado porque cuando diseñan un
puesto de trabajo, obvian los aspectos psicológicos, las habilidades y capacidades, así como las
expectativas y limitaciones de las personas que los ocuparán. Sus objetivos están fijados en
cuestiones económicas, casi de forma exclusiva.
En el siguiente trabajo se expone y desarrolla la tensión surgida entre los nuevos sistemas de
trabajo y la protección de la salud física y psíquica de los trabajadores. Asimismo, profundiza en
las evidencias científicas que demuestran la vinculación entre sistemas de organización del trabajo,
aparición y/o potenciación de riesgos psicosociales y los efectos negativos que éstos tienen sobre la
salud de los trabajadores pudiendo derivar, en casos extremos, en suicidio de etiología laboral.
Ante esta cuestión, el presente trabajo propone una vía argumental que concilia los dos extremos de
esta tensión y que está orientada hacia la concienciación de los beneficios que la prevención y la
promoción de la salud aporta a las organizaciones (rentabilidad, competitividad) y a los
trabajadores (salud, bienestar).
En este proyecto se incluye una propuesta de actuación para la detección y/o prevención del
suicidio en medio laboral, entendiendo que el suicidio no es una causa, sino una consecuencia que
tiene su origen en la interacción entre los riesgos psicosociales presentes en el entorno laboral y las
características específicas de la persona. Por ello, las acciones para su detección y/o prevención
deberán estar dirigidas a las causas que pueden, en última instancia, conducir a un trabajador a
suicidarse como única alternativa a la situación laboral que padece. |