Por instrumentum domesticum hay que entender el conjunto de enseres, vasijas, utensilios o equipamiento material que definían el día a día de las actividades humanas en todos sus ámbitos, desde el consumo de alimentos o el culto hasta las acciones bélicas. Se trata de una agrupación amplia y heterogénea de elementos que hablan de las acciones, costumbres y vínculos socioeconómicos de los individuos que los utilizaron desde el momento de su producción hasta su abandono o destrucción. En este sentido, es fundamental conocer el proceso por el cual los objetos llegaron a mano de los consumidores o manipuladores, y como este proceso, es decir, el comercio y los mecanismos de intercambio, pone de manifiesto implicaciones políticas, sociales y económicas. Así, el estudio de los materiales arqueológicos y de la actividad comercial que se deriva resulta una fuente de información valiosa y determinante para el conocimiento de la Antigüedad.