Abstract:
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La capacidad para definir espacios, dotar de escala humana y transformar para adaptarse a nuevas realidades erigen a la luz
como el elemento de materialización funcional, plástica y expresiva que plasma la realidad del proyecto arquitectónico.
El díficil acceso a la iluminación natural en un tejido de casco histórico y la degradación de las cualidades que genera su estructura
lo convierten en un punto de oportunidad para revitalizar el conjunto a través de intervenciones puntuales que reduzcan el
consumo de nuevos recursos, potencien el entorno y busquen la recuperación del tejido social a través de una actitud solidaria.
El estudio de la luz y el ánalisis de un tejido consolidado nos facilitan las herramientas para solventar los problemas del conjunto,
tanto a nivel urbano como edificatorio, a través de una solución más sensible y una relación honesta con su entorno.
La ciudad se muestra como un conglomerado de estratos depositados con el paso del tiempo que debemos aprovechar observando
en los tejidos la vida que todavía contienen, sin despreciarlos indiscriminadamente por el desconocimiento de su posible
potencial, para poder sumar una capa más asumiendo que detrás de la nuestra vendrán otras. |