El pasado 23 de Febrero de 2010 entró en vigor el decreto 187/2010 de 23 de Noviembre de 2010 de la Generalitat de Catalunya sobre la Inspección Técnica de Edificios. Una normativa que, en definitiva, nace con el objetivo de certificar que los propietarios garantizan la conservación y la rehabilitación de sus inmuebles y aseguran unas condiciones de uso efectivas y adecuadas. Actualmente en España varios municipios disponen de su propia regulación e informes de inspección que acostumbran a tener características diferenciadas. Se constata también una relativa variabilidad de resultados según el criterio de los técnicos responsables de realizar las inspecciones correspondientes. Precisamente, el reto de este trabajo final de máster, “SEF: Sistema de evaluación de fachadas; análisis gráfico y numérico del grado de gravedad en fachadas”, es el de presentar un nuevo sistema capaz de garantizar al máximo la objetividad en el análisis del estado de conservación de las fachadas y del riesgo de que se puedan producir desprendimientos. Para conseguirlo, se han establecido dos indicadores: uno en base a parámetros cuantificables y relativos a las patologías propias de las fachadas y, otro, relativo a la probabilidad de que se produzcan desprendimientos. Para minimizar la variabilidad de asignación de valores por parte del técnico, se ha desarrollado una función que permite obtener este valor dependiendo de la existencia, o no, de lesiones previas al posible desprendimiento. Con todo, se ha pretendido desarrollar una herramienta que aporte rapidez y uniformidad al proceso de valoración por parte de los técnicos. Al finalizar el proceso, se obtiene una expresión vectorial a través de la cual, se puede establecer la prioridad y la extensión de la posible intervención posterior. El trabajo presenta las diferentes etapas de creación del sistema e ilustra su aplicabilidad. Por eso se incluye el ejemplo tanto de fachadas simuladas como el caso de ocho fachadas reales seleccionadas por sus características constructivas y patologías concretas.Se concluye resaltando la utilidad de la herramienta no únicamente como método de análisis aislado, sino integrado en un escenario de valoraciones globales de conjuntos de fachadas. La expresión resultante desarrollada permitirá en el futuro obtener relaciones entre fachadas con estados de degradación elevados y diferentes ubicaciones geográficas, orientaciones o sistemas constructivos, entre otros.