En un mundo cada vez más globalizado, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) están proporcionando a las pequeñas empresas (desde pequeñas start-ups hasta negocios locales) acceso a recursos que hasta hace poco estaban al alcance de grandes empresas únicamente. El objeto estudio de este proyecto son unos sitios web, que llamaremos Plataformas de Tercerización Online, que permiten que empresas de cualquier tamaño se pongan en contacto con profesionales en cualquier parte del mundo para la tercerización de proyectos y/o tareas. Desde el punto de vista de la empresa, las ventajas de este nuevo modelo de trabajo son una mayor inmediatez, menor dependencia de agencias, reducción de costes y acceso a un banco de talento global, antes sólo al alcance de grandes multinacionales. Desde el punto de vista de las personas, esto se traduce en la flexibilidad de poder trabajar para empresas en cualquier parte del mundo desde la comodidad del hogar, en el horario que uno elija. Esto tiene una especial repercusión en madres recientes, personas en países emergentes, personas con limitado acceso a empresas e incluso para personas con un trabajo estable pero con una necesidad de explorar y explotar nuevas facetas. Lo que estas plataformas están consiguiendo es una mayor distribución del trabajo en el mundo, estableciendo un sistema de meritocracia que premia a aquellos con las mejores habilidades, propiciando un canal para el desarrollo personal y profesional de las personas y elementos de ventaja competitiva para las empresas. A pesar de las numerosas ventajas que esta modalidad de trabajo presenta, esta opción sigue siendo terreno de pequeñas empresas y emprendedores. ¿Qué hace falta para que incluso las grandes empresas cambien su estrategia para adaptarse a esta tendencia? Existe una serie de desventajas tanto en el lado de las empresas como en el de los profesionales que las plataformas deberán sortear antes de conseguir que estos servicios se conviertan en un recurso habitual de las empresas del mundo.