Este proyecto se ha realizado bajo la colaboración Universidad-Empresa en una planta de fabricación de detergente. El objetivo es la implementación de la primera Fase de los pilares de Mantenimiento Autónomo y Progresivo de la metodología TPM (Total Productive Maintenance), en la empresa. El Mantenimiento Autónomo (AM) pretende desarrollar las habilidades técnicas de los operadores para conseguir que ellos mismos puedan ser responsables de las inspecciones y reparaciones técnicas de sus equipos para convertirlos, al final, en autónomos. La primera fase de implementación consiste en restaurar las condiciones básicas de limpieza, inspección y lubricación, con lo que se han puesto en marcha una serie de estándares para mantener estas condiciones. Se han encontrado dificultades a la hora de transmitir a los operadores la importancia que tiene esta metodología para su día a día, con lo que se ha considerado oportuno dedicar un apartado al impacto que tiene en la organización y dar algunas sugerencias para implementarlo con éxito. El Mantenimiento Progresivo (PM) trata de lograr y mantener al máximo la disponibilidad de las máquinas y optimizar los costes de mantenimiento. Concretamente en la primera fase se tiene como objetivo lograr un 90% de eliminación de averías con el consiguiente ahorro que ello conlleva. Del mismo modo que en AM, se realiza un análisis de las implicaciones sociales y culturales que tiene la implementación de este pilar. En ambos casos se ha partido de un plan de trabajo que indica paso a paso la evolución progresiva hacia la implementación total de la primera fase, detallando todas las herramien-tas utilizadas para conseguirlo y los resultados que ha dado cada uno. Se demuestra con la implementación de estas metodologías que crean una ventaja competitiva para las empresas que apuestan por ellas, dados los beneficios y buenos resultados que se obtienen al poco tiempo de su implementación.