Abstract:
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El autor destaca en este articulo que la inmigración extracomunitaria supone para los paises de la Unión Europea una ocasión histórica en la que se pone a prueba la capacidad de las instituciones y los ciudadanos europeos para mantener la cohesión social y al mismo tiempo respetar las diferencias étnicas y culturales. Es lo que él llama formular un nuevo contrato social, en el que la inclusión social de nacionales y extranjeros conduzca a la ciudadanía compartida y la participación política, en lugar de a una integración que no es tal, sino una forma más de asimilación. En este proceso esencial a toda democracia pensada para sociedades plurales, es capital, recuerda el autor, reparar constantemente en el lenguaje utilizado y evitar 10s planteamientos dicotómicos del tipo "nosotros/ellos" que llevan en su germen los prejuicios discriminatorios y el conflicto social |