Abstract:
|
El día 8 de marzo de 2010 un severo temporal de nieve seguido de fuertes rachas de viento
afectó a las provincias de Girona y Barcelona, provocando importantes daños en el sistema
eléctrico de AT, MT y BT con la consiguiente interrupción del suministro eléctrico de
450.000 consumidores. Por debajo de los 400 m de cota, la temperatura del aire en el
momento de la precipitación estaba entre los 0 y los 2ºC y la humedad relativa era elevada;
estos factores propiciaron que la precipitación fuese en forma de nieve húmeda.
Dado que la nieve húmeda tiene gran adherencia y que el viento evapora la parte líquida de
la nieve y transforma el resto en hielo, alrededor de los conductores de las líneas se
formaron manguitos de hielo de grandes dimensiones con fatales consecuencias sobre el
tendido. En tramos de la línea de AT Tordera-Lloret-Castell d’Aro se midieron manguitos de
hielo de hasta 35 cm de circunferencia exterior, una sobrecarga que provocó una tracción
de 7.560,9 kg sobre el conductor del vano 30-31, superando así en un 391% la tracción
máxima con que había sido diseñado según la reglamentación vigente (1.933,3 kg).
La afectación del sistema eléctrico de AT comportó la indisponibilidad de 5 circuitos de 132
kV y de 13 circuitos de 110 kV propiedad de Endesa Distribución Eléctrica (EDE), con la
destrucción de 35 torres y la caída de más de 9.000 m de circuito, además de los dos
circuitos de la línea de 220 kV Vic-Juià propiedad de Red Eléctrica de España (REE). De las
335 líneas de MT de 25 y 11 kV de la provincia de Girona, 266 se vieron afectadas y más de
2.500 apoyos fueron destruidos. Los efectos sobre la red de BT fueron más de 6.000
averías y más de 1.500 apoyos destruidos.
La recuperación de las líneas de AT se demoró hasta el 19 de marzo de 2010, fecha en que
el circuito de 110 kV Calella-Mataró fue restituido. Para ello, se movilizaron 1.683 técnicos y
operarios sobre el terreno, se instalaron de más de 350 grupos electrógenos y se
desplazaron medios técnicos extraordinarios tales como helicópteros y grúas de gran
tonelaje. Endesa ha invertido un total de 58 millones de euros de sus arcas en reponer el
suministro eléctrico de los consumidores afectados y reparar los daños en las
infraestructuras eléctricas.
Una posible solución frente a una situación de emergencia en el suministro eléctrico como la
descrita es la asistencia del sistema desde el mar. Se plantea la posibilidad de utilizar un
buque de propulsión Diesel-Eléctrica equipado con cuatro generadores de 2.275 kVA (1.825
kW) que, en una situación de colapso eléctrico de una región costera, permita aportar desde
el mar 9,1 MVA a la red. Esta potencia equipa ya barcos especializados como soporte a
trabajos submarinos. Las dificultades de conexión de la red preexistente a un generador tan
potente han evidenciado la idoneidad de otro escenario, con la generación más distribuida a
lo largo de la playa, mediante embarcaciones de menor potencia conectadas en varios CTs. |